Diez meses encerrado, ya podía ver claro en la oscuridad, mis compañeros, otros objetos vivíamos como en vecindad…
Soy alguien de temporada, mis dueños se acuerdan de mi solo en navidad, pero aprendí mucho y meditar todos esos meses en la oscuridad…
Escuchaba a los humanos de la casa, desde la parte alta del closet, como se desenvolvían, desde acostar a los niños temprano, para poder tener intimidad, y hacer el amor en el baño…
Espiaba cuando dejaban la puerta mal cerrada, como jugaban los niños, mientras en la televisión, anunciaba los especiales de la temporada…
Aprendí en todo esto tiempo, que no tengo mucha diferencia entre los seres humanos y mi especie, aunque sea plástico mi piel, las de ellos, aparente oro, y es oropel, aunque no tenga sangre en mis venas, los humanos, algunos son felices solo con lo que sueñan…
Y aunque solo me busquen en navidad, se que al ser humano por mas ocupado que siempre están, este tiempo siempre saca los momentos y comparte con sus familia…
Atte,
El arbolito de navidad…
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