A mi papa...

Querido viejo hoy me miro al espejo, y sospecho que desde cielo te sientes satisfecho por todo lo que he logrado gracias a tus consejos...

Querido papa, aunque vaya poco donde habita tu osamenta, se que no lo lamentas, para ti nunca fue importante lo que decía la gente, sino el que te quiere y te alimenta...

Querido Viejo, quisiera estuviera presente tu cuerpo, para que nadie te cuente y muchos te digan abuelo, son estos pequeñuelos que te hacen perder el sueño y vivir como vives Tú, al lado de Dios en el cielo...

Querido papa, ha pasado mucho tiempo, desde tu partida, y aunque no me veas o me escuches te recuerdo todos los días.

Querido Viejo, tienes varios nietos que son príncipes y princesitas y me preguntan por ti, yo solo les digo que vives en cielo cuidando de ellos y de mí...

Papa si volviera yo a nacer, y me den otra oportunidad no dudaría ni un segundo y pediría a Papa Dios que Tú seas mi Papa...


Querido viejo, tus consejos, tu recuerdo, la fortaleza de tus brazos, la debilidad por tus vástagos, esa mirada fruncida plasmada en ese retrato, son tus mejores regalos...

Ese es mi papa, no solo mano dura, se encargo de formar la estructura de hombres y mujeres con humildad.

Eras mas que un buen amigo, un experto en el oficio nadie tu puesto ocupara...

Dedicado con mucho amor a mi padre, Leonidas Peña, el mejor papa del mundo. Te quiero mucho, mi viejo…

Desde la tierra para el cielo…
E.P.D.1938-1992