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domingo, 11 de abril de 2010

Armando, por estar amando...

La muchedumbre murmura cuando pasa, unas monedas algunos lanzan, que ruedan a sus pies, el tuxedo ya gastado, pantalones arrugados y el alcohol se agotado, otra vez.

Así pasa la vida de Armando, devastado por estar amando y creyendo en el amor, una noche que creía de gloria, se convierte en triste historia de este iluso soñador.

El juez los esperaba, los invitados desesperaban, El estaba, la novia no, mientras tanto en otro cuarto, la indecencia cegaba la conciencia de su mejor amigo y la mujer que amaba, pero ella no.

El cerrojo gira, el reloj se impacienta, lo que ven sus ojos, la tensión aumenta, su mejor amigo y la mujer que amaba en la cama se revolcaban.

Esa noche lo ocurrido, se convirtieron en fugitivos, sin tener un perseguidor, por andar a escondidas, evadiendo invitados, mucha prisa y sin medidas, una luz roja olvidaron, acabando con sus vidas.




Hoy el cielo es su techo, la botella su despecho, y la luna un pretexto para recordar el hecho, sinembargo no la odia, siempre vive en su memoria y aunque no lo quiera, el alcohol le recuerda la misma historia.

Ebrio y sobrio, son palabras parecidas y opuestas que creer en ellas cuesta, y al final siempre hay un perdedor.

Pobre Armando por estar amando, hoy vive su propio mundo, quizás no es feliz, talvez si, pero nadie lo sabe, se le ve hablando a la botella, llorando, muchos dicen que es por Ella.


Un día le pregunte porque sigues pensando en esa mujer que tu vida destruyó, y el contestó “Nunca he llorado por ella, lloro por mi amigo que ella me quitó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es de locos y asi somos todos.