Hay un jardín en tu cabeza, esta sembrado de cereza, tu tierra negra es muy fértil, pues en tus ojos hay sentir, que riegan agua en vez de lágrimas y blancas flores crecen por ahí…
Y es que conozco mucho de ti, me deslizo por tus labios, escalo tus montes aunque me siento acongojado, llego a tu ombligo y esta mojado, sigo descendiendo a tu cueva, y aunque quisiera vivir en ella, hay otras cosas en la vida mejores que esa…
Mas abajo en la ladera, es muy grande es muy bella, una manta de yerba verde que se mezcla con tu piel, sigo bajando lentamente no es el fin del camino, pero creo que son tus pies…
Me detengo en la penumbra busco luz, busco una musa, acampo en tus tobillos, tus pies que en este mundo imaginario se llaman tierra, clavo una cuña, amarro mi casita de acampar en tus uñas…
Al otro día, me despierto en medio de la naturaleza, es otra aventura, ahora voy a escalar al jardín que deje sembrado en tu cabeza…
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