Decidí desconectarme un poco de la realidad, sin pensarlo mucho, tome un bulto rumbo a todo lo contrario de la ciudad…
Mis deseos de salir de la rutina, como quiera hizo que mi primer pensamiento, sea para ti vida mía…
Ya sentado en la noche a la orilla del rio, una fogata encendí, en el fuego mis ojos se nublaron y comencé a pensar en ti…
El frio de la noche era mi única compañía, quería abrazarme, pero mi cuerpo no le hacia gracia su frialdad mucho menos su apatía…
Entre a mi casita de campaña, un poco de café caliente y una pastilla para la migraña, una libreta entre la luz de una vela, afuera con el fuego se dibuja tu silueta, yo como siempre soñador, comencé a fantasear contigo, y entre escribiendo y dormido, al otro día unos poemas en las hojas estaban escritos…
Así fue como regrese y me di cuenta que de vez en cuando, necesitamos alejarnos, para poder aunque sea un poco acercarnos…
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