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martes, 25 de abril de 2017

Rosas y mujeres....

Flores, Rosas olorosas, con resaltados colores, así viste la naturaleza a la mujer con delicadeza y belleza… En un embrión o botón se gesta en total confidencialidad, acumulando, olor y color y ese mismo sol que las saca con todo su esplendor, es el mismo que acaba quemándolas con su intenso calor… La piel de la mujer como flor también se marchita, aunque ayer eran pequeñitas, va creciendo y cambiando su cuerpo, retoñando como cual repollo, algunas se esconden en sus complejos, muchas se miran al espejo y no están conformen con lo que ven, se sirven de cirugía para cambiar su apatía y sentirse bella, ignorando que la ternura llega con las arrugas y que lo exterior no perdura más bien en el corazón muy adentro esta la belleza interior, que aunque parezca trillado, vale más que oro el metal mas codiciado… Quien te dijo que Dios se equivoca?... Acaso estás loca o haz perdido algún sentido, cuando el sentido de las cosas es que eres naturalmente hermosa, que no necesitas de lo artificial para que los hombres se puedan deleitar, cuando muevas tu cintura de forma natural, sin importar la talla de esta, porque para el gusto se hicieron las medidas, aunque cambie la palabra al final eso era lo que querías escuchar…. Sin querer queriendo he comparado las flores, rosas, con mujeres que se creen locas, otras más cuerdas, pero eso no interesa a la hora del amor, pues no escuchas lo que ves fuera, pero si dentro está dañado, es ver una fruta en salud, y su interior envenenado.. Pero los pobres hombres idiotas, se llenan los ojos como lo hacen con la boca, cuando pasan unos minutos en la intimidad se dan cuentan, que quieren echar la aguja del reloj atrás, porque lo mismo que obtienen con una escultura, lo reciben de una mujer madura, me siento mal haciendo la comparación, porque quien es escribe es un señor, y se puede mal interpretar las letras, porque soy aprendiz de poeta, y no un analista tet..s… Termino esto regando las violetas de mi mujer, que mis ojos pueden ver, tocar y sentir, como dicen por ahí, hay de todo en la calle, pero en mi casa está mi derrengue, que casualidad se llama Rosa y hasta me saca el aire….

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